MADRID.- Mercadona y las asociaciones de consumidores consumidores Cecu, Ceaccu, Fuci, Unau y UCA han detectado que la crisis ha variado los hábitos de compra de un consumidor cada vez más exigente.
En concreto, la cadena de supermercados y las asociaciones de
consumidores han realizado este viernes una jornada en la sede del
Consejo Económico y Social (CES) para presentar el estudio que han
realizado sobre el actual estado del consumidor español, en un momento
en que las nuevas tecnologías y situaciones coyunturales, como la crisis
económica, han variado sustancialmente sus hábitos de compra y consumo.
El objetivo del encuentro, enmarcado dentro de las reuniones
que habitualmente la empresa de distribución mantiene con estas
asociaciones, ha sido conocer aspectos del consumidor, relacionados con
la agroalimentación, además de mejorar su protección y conocimiento
fomentado un Consumo Responsable y Sostenible, según ha informado la
compañía valenciana.
El análisis realizado revela que factores como la mayor
preocupación por una alimentación saludable, la evolución tecnológica o
la situación económica mundial han variado el comportamiento del
consumidor. En su opinión, el consumidor está más dispuesto en la
actualidad a buscar lo que necesita, dispone de más opciones e
información y ha aprendido a comprar donde se encuentra aquello que
quiere.
En muchos casos, se ha constatado que es determinante el
factor precio, pero no es el único, y en ningún caso quiere renunciar a
la calidad y la seguridad alimentaria.
Además, existen otros factores que están ejerciendo su
influencia en los hábitos de compra: el consumidor comienza a demandar
productos más saludables, medioambientalmente sostenibles, con formatos
que faciliten evitar el desperdicio, y todo ellos, con mayores
facilidades a través de los nuevos canales de compra.
Según el estudio realizado, actualmente hay un gran aumento
del uso de las tecnologías para realizar la compra, propiciado por la
necesidad de reducir el tiempo que se emplea para ello.
Las redes sociales, con escasa penetración en los hábitos de
compra del consumidor, se perfilan con uno de los factores claves en la
próxima década.
Por último, también se concluye que el nuevo consumidor valora
mucho la disponibilidad de información, conocer qué está comprando o
dónde se ha fabricado.
Para ello, se vuelve esencial la comunicación 2.0, a la que el
consumidor recurre para informarse y obtener una atención al cliente
diferenciada. Se observa sin embargo, que los deseos e inquietudes del
consumidor medio todavía no están sustentados en un conocimiento real e
imparcial de aspectos como la nutrición, la ecología, el desarrollo
sostenible o la formación de precios, entre otros.